mis memorias, parte 3...
He decidido recuperar las cosas, tengo que volver a ser como antes, a reír como antes, aunque algo aún guardo, gracias a eso puedo continuar, he decidido rescatar mis principios, sólo voy a regirme por eso, tampoco se trata de ser políticamente correcta en todo, hay que ser un poco zorra en la vida, ya no me va a pisar ni dios, pero tampoco voy a ser una incivilizada a la que le da igual todo… recuperar mi equilibrio, mi paz, dejar de tener estos arrebatos que la gente no merece, se que se preocupan por mí y en momentos como estos lo agradezco, si no fuera por ellas quién sabe cómo estaría ahora… me duele, me duele muchísimo ver como esa gente tiene que aguantar mis cambios de humor, hay veces en las que me dan ganas de decirles algo del tipo: “déjame en paz”, me duele, no sabéis lo que duele arrepentirte de pensar así…
Unos días tan bien y otros tan mal, de momento los días oscuros de la persiana bajada ganan por goleada a los días de luz en los que encuentras esperanzas y tienes ganas de vivir y piensas diferente y tienes ilusión…¿por qué todos los días no pueden ser así? ¿Por qué me meto todas las noches a la cama esperando que al día siguiente no me hunda nada más desayunar?
Me siento torpe, muy torpe, poco a poco parece que va extinguiéndose esta tontería y esta indecisión, se van esfumando todas estas cosas al ir comiendo, poco a poco, sin prisa pero con presión, obligándome a mi misma a engordar aunque no piense que lo necesite, pero al menos conseguiré tranquilizar a todos, espero, las ganas van fluyendo a días, a ratos, al igual que a veces desparecen, pero creo que voy teniendo claro lo que quiero y lo que no quiero…
Me gustaría tantísimo ser feliz y no contar, sólo pido eso, no contar y no atormentarme porque el pánico se vaya apoderando de mí.
NO QUIERO TENER FRÍO, NO QUIERO ANDAR COMO UNA MUERTA EN VIDA, NO QUIERO SER ESCLAVA DE ESTA FORMA DE PENSAR O DE “VIVIR”, NO QUIERO LLORAR SIN SABER POR QUÉ, NO QUIERO CASTIGARME MÁS, NO QUIERO QUE LA TRIPA ME DUELA, NO QUIERO TENER QUE MENTIR A LOS QUE CONFÍAN EN MÍ, NO QUIERO HACER TRAMPAS (porque no se sí se las hago a los demás o si me las hago a mí misma…) NO QUIERO DESPERTARME A MEDIA NOCHE SUDANDO PORQUE HE SOÑADO QUE ENGORDABA, ESTOY HARTA DE TODO ESTO!!!!... aunque muchas veces tengo la impresión de que aún no me he cansado, de que a veces con un poco de cuidado y “controlando” puedo ir volviendo a meterme ahí, puedo ir alimentando un poco más mi locura interior sabiendo que nadie más me entiende y que todos los demás son los que actúan mal, los que no saben dominar su vida, en fin, enmarañando un poco más el caos que me invade y me lleva y trae a su antojo… soy una maldita flojeras que no es capaz de plantar cara a lo que sabe de sobra que le pasa pero no es capaz de asimilar, ¿de qué tengo miedo?, ¿de mí misma?, ¿de qué, que va a pasar? NADA, NO VA A PASAR NADA SI YO ESTOY CONMIGO MISMA, NADIE PUEDE APOYARME MEJOR QUE YO MISMA…
Andar sin saber a dónde voy, pero necesitarlo, ya no es andar, es más que eso, es correr, pero correr bien, como si pudiera hacer sprint el mayor tiempo posible, sin un rumbo, ya aparecerá algo en medio si tiene que estar, no puedo quedarme esperando a que las cosas vengan solas, tengo que huir a toda leche…y si te tropiezas con algo malo, pues te levantas y continúas, y si no, te agachas, te ríes y te lo llevas, feliz de que no tuviste miedo y pudiste con ello, y mira, casualidades de la vida, el destino te regaló algo bueno, tras ponerte mil trabas, decidió darte aire.
Sin prisa, pero sin calma, no puedo permitirme el lujo de equivocarme de nuevo, puedo equivocarme en todo menos en eso, no me lo perdonaré nunca el volver a cometer un error de ese calibre… de hecho aún me cuesta pedirme perdón y perdonarme, es una asignatura que tengo pendiente, reconciliarme y estar en paz conmigo misma, empezando por ahí, todo lo demás irá sobre ruedas.
Así que calma, mucha calma, no pasa nada, solo el tiempo y da pena ver como va escapando, quitando tantas oportunidades, se que lo estoy desaprovechando, el tiempo no vuelve, esa es otra de las cosas a las que hay que prestar atención y actuar en tu favor, haz algo por ti aunque sea solo esta vez, no pierdas todo lo ganado y aprende, nada hay mejor en la vida que saber, es lo único que puedes hacer para prevenirte de todo lo que te espera, es la única arma que tienes, el conocimiento es lo mejor que puedes tener, el mejor regalo de la vida, la forma de averiguar lo que te pasa y lo que les pasa a los demás.
Otra gran putada es descubrir que nunca vas a poder olvidarlo, nunca, nunca, nunca, te va a perseguir… sería genial olvidar todo lo que tu cabecita fue capaz de pensar para destruirte y dejar todo atrás, como si fuera un mal episodio, como un enamoramiento que con el tiempo pasará solo.
De todos modos, he de dar gracias por este trance, me ha hecho cambiar, me ha hecho valorar las cosas, aunque no sea la mejor manera, pero se que me está haciendo madurar muy rápido. Hablando con otras chicas que también tienen tca, hemos llegado a la misma conclusión: aunque haya días en los que te de igual todo y pienses que no vale la pena, que no tienes por qué obligarte a comer si no quieres, que te da igual absolutamente todo, te da igual incluso poder morir, pero no seguir “sufriendo”, todas sabemos que tenemos que pasar por el aro, tenemos que estar al pie del cañón, de aquí se puede salir, hay gente que sale, todos podemos salir, y cuando lo logremos será genial, haremos todo lo que no hemos hecho, saldremos de borrachera sin que te importe si te tomas una cerveza o un whisky con coca cola, porque te dará igual, y serás capaz de valorar las más mínimas cosas que para los demás pasan desapercibidas…
Ahora que estoy volviendo a comer, es algo muy extraño, no se con qué compararlo, pero hacía tanto que no comía tantas cosas, que da la impresión de que haya estado viviendo en una cueva, había empezado a olvidar sabores, los olores no… (pero eso es otro tema que también me resulta tremendamente curioso…), y es como ir de viaje muy lejos de casa, eso de comer un trozo de solomillo que tu madre ha preparado y que te guste, pero te gusta por dos motivos: porque realmente recuerdas el sabor y te prometes no volver a privarte nunca más de disfrutar de esas cosas, y te gusta porque ves la cara de tu madre que se ha pasado la mañana entera cocinando, y te mira sonriendo, viendo que esta vez te comes todo lo del plato, sin cortar mil trozos ni apartar nada, ves su mirada y dan ganas de llorar… verte capaz de comer todo, no sabes muy bien como lo haces, pero el solomillo ha entrado en tu estómago… y tu madre, que ya empezaba a intuir lo que te pasaba, se va tranquilizando… es como ir descubriendo cosas que a la gente le resultan tan normales, como si de repente te topas con alimentos como si fueran extranjeros o divinos, porque estaban en esa lista negra de calorías… en cuanto a los olores… casi imposible explicar esto tan abstracto…¿ no te pasaba a veces que el simple olor de la comida en la cazuela ya te evocaba el sabor?, ¿y no te pasa ahora, que este mismo olor, que antes alimentaba, da nauseas? ¿Qué narices ha pasado? Esta sensación de “llenazo”, de empacho, de suciedad, con solo oler la comida (que nadie está diciendo que tengas que comer), ¿a qué viene?, ¿mi mente a llegado a desarrollar este condicionamiento como defensa?, ¿puedes cambiar cosas que genéticamente ya están escritas?, ¿cómo puede tu cabeza aprender que le será más fácil rechazar y odiar ese olor, antes que anhelar poder disfrutar la consecuencia del simple estímulo? Esto es algo que aún no tengo del todo claro, eso de entrar en la cocina y oler la comida… a priori, dan como ganas de vomitar, pero respiras hondo y van haciéndose más pequeñas…hasta que por fin desaparecen, como la mayoría de las cosas que te aterran.
Es genial muchas veces estar sentado sin hacer nada, solo observando, mirando a tu alrededor, muchas veces te aporta más que participar, puede calarte más incluso que si estuvieras en ello. No tiene precio ser capaz de emocionarte con la felicidad de la gente, que tal vez no vaya contigo, pero te invade, no sabes lo que es ver a tus amigas bailar y tener ganas de llorar por verlas tan felices, no te importa como estés tu, tampoco quieres saberlo, solo ves lo que hay y por un lado te da envidia, porque aún no puedes hacerlo, y por otro te alegras tantísimo por ellas que no se explicarlo, es como ver en ellas salvavidas andantes, pequeños manantiales que te van a ir reconfortando cuando lo necesites porque derrochan vida.
Deja ya de mentirte, eso de que no puedes es muy relativo, es una mentira, una barbaridad… ¿como que no puedes?, ¿qué es lo que no puedes? Analiza las cosas… se coherente: ¿no puedes comer un trozo de pan? Simplemente debes masticar, abrir y cerrar la boca, es así de sencillo… ¿o hay algo más? Piénsalo, es del todo absurdo que un simple trozo de pan (sin mencionar ni por asomo el chocolate…) pueda darte miedo, que digo miedo… pánico, terror. Llámalo como quieras, pero etiquétalo, y hazlo para bien, ¿no te das cuenta de que las cosas así no son normales?, ¿por qué te escondes?, ¿no es tan bueno lo que te estás haciendo? Abre los ojos de una vez, los demás no pueden hacerlo por ti, y si prefieres estar dormida y no ver nada, quizás no puedas despertar nunca…
Mírate: ya eres una auténtica princesa, ¡enhorabuena! Tanto tiempo detrás del séquito, sin destacar de la manada que ahora que por fin lo tienes, no te has dado cuenta, en tu afán por alcanzar posiciones te quedaste atrás, no supiste adaptar tus percepciones con las del frenético ritmo de la manada… y de nuevo, tengo otra pregunta ¿te sientes bien al recibir mi enhorabuena?, ¿no era esto lo que querías, ser una princesa? Pues ya lo tienes, de hecho es posible que sea lo único que poseas y no te has dado cuenta de que lo recibías mientras te cegabas exageradamente. Duele verlo. Duele mucho.
¿Cuál fue el motivo que te llevó a no quererte? Alguno tiene que ser, yo no lo recuerdo, mejor dicho, no quiero recordarlo, ya se de quién es la culpa: mía, solo mía. Tanto tiempo echando los balones fuera, para que ahora empiece a pensar en mis errores, tampoco quiero torturarme con ello, pero hace falta estudiar como pudiste llegar a humillarte de esta manera por alguien que ni siquiera se iba dando cuenta de que necesitabas su ayuda, y ahora es cuando la rechazas… te da tanto asco volver a tener nada que ver con esa clase de seres, lo relaciono tan directamente que lo quiero lo más lejos posible, pero eso, creo que es bueno, ¿no? Alejar todo lo que creas que puede hacerte daño, aunque no sea el mejor mecanismo de defensa que tenemos, la evitación… pienso que por el momento no está nada mal, estoy valorando mi integridad, me estoy valorando, me estoy mimando, me estoy arrastrando hacia fuera, como si mi alma ya hubiera salido y tirase de mi cuerpo con todas sus fuerzas, es una sensación muy rara…
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