lunes 15 de diciembre de 2008
Un desorden dentro de otro
no se si veo cambios o no, ni orden ni desorden, una incoherencia llena a otra, se envuelven simultáneamente sin parar, creando un bucle que nunca cesa, mientras piensas en como trampear, piensas en no hacerlo, cuando vas impulsivamente al espejo, una parte de mí, no quiere mirar, tiene auténtico terror de comprobar que estoy comiendo, no quiere castigarme más, pero no puede evitarlo y mira… mientras que otra parte intenta darme calma, tratando de repetirme que estoy enferma, cosa que me sigue costando creer, se que estoy empecinada en un sinsentido y que muchas veces soy realmente consciente de que estoy mal, de que necesito ayuda, pero como aún nadie me ha diagnosticado claramente que carajo es lo que tengo, creo que prefiero engañarme y pensar que todo esto es correctísimo.
Hace más de un mes que vomité por última vez. No puedo prometerme que no lo voy a volver a hacer, pero tengo esperanzas de que así sea, porque más que el hecho de vomitar en sí, lo que me preocupa es que no veo nada, no se nada, no se donde estoy ni que narices es lo que siento, sólo veo que hago daño a la gente que quiero y no entiendo por qué… parece ser que me hago daño pero no me doy cuenta, y resulta que hay gente que me quiere y lo pasa mal. Lo pasa mal porque ven que estoy ciega y que voy de modo indiferente para un lado del camino y para el otro, que me da igual todo absolutamente y que cada vez tengo menos ilusión. Y por si fuera poco, hay veces que se me pasan por la cabeza cosas que…asustan, asustan mucho, es lo único que me hace ver que tengo un problema, que no creo que sea un tca, si no locura transitoria… hay veces que me gustaría mandar a todo el mundo a paseo y que me dejaran en paz, que me dejaran seguir haciendo eso que todos consideran tan malo para mí, pero que a mí me parece lo mejor, se de sobra que no lo es, pero no lo veo y me duele…Muchas veces pienso que los que me quieren me odian porque quieren que coma, en serio que lo creo… y ahora que lo pienso es del todo absurdo, pero que le vamos a hacer, una incoherencia más que se suma al carro… más que nada, porque yo a las personas que quiero las estoy cebando a comer y eso si que es para odiarme…¿qué surrealista, no? Muchas veces, en mis soliloquios y pájaras mentales autistas, aberrantes y totalmente gilipollas, pienso… “quieres hacerlo… pero no te dejan, no te preocupes, sabes como hacer para engañarlas, si la gente no entiende que el control es necesario es su problema, no el tuyo” y al minuto siguiente de pensar eso, me dan ganas de tirarme por la ventana de lo imbécil que puedo llegar a ser. Sí Laura, en efecto, se trata de una cuestión de control, pero de que ejerzas control sobre tu vida y sobre la comida, no al revés, hay algo que es más fuerte que yo, no lo puedo ignorar, me gustaría poder pasar un día entero sin andar con la cantinela continua de desayuno, comida y cena… pero es inevitable.
Se que soy lo peor, no se como puedo pensar en engañarlas ni por un momento, no quiero hacerlo, estoy harta ya de tus malditas trampas Laura, no hacen más que joderme la vida, es lo único que consigues, que cuele una trampa y sepa que ni se han enterado, y que tenga ganas de repetirla y de repetirla… pero eso ya no va a volver a pasar querida… ya no, esto tiene que acabarse como sea.
Y ahora maldigo los asquerosos foros pro… después de haber sido capaz de crear uno. ¿Pero quién coño soy? Sólo se que en Internet encontré un refugio, un lugar en el que sabía y sentía que había más personas como yo, un lugar en el que entras rota y sales destrozada, un lugar en el que cuando ya estás en el hoyo y con posibilidades de salir, prefieres que tu locura interior sea lo único que se vaya alimentando poco a poco y dar un consejo a alguien para que pueda seguir destrozando tu vida, a cambio de recibir más y más artimañas para continuar jodiéndole la vida a todo el que me rodea. Definitivamente, no quiero saber nada de esos malditos comecocos.
Y que demonios, asúmelo, no te gusta la palabra, te costó dios y ayuda decirla en voz alta y tampoco la dije, solo dije “trastorno de alimentación” (y sufriendo por escucharme en alto…) y tenía que haber dicho esa asquerosa palabra que me está destrozando, dila en alto y grítala, asume de una puta vez que tienes “A-NO-RE-XIA”, Anorexia, no es tan complicado de pronunciar, sólo son 8 letras, pero te acojonan sobre manera… más o menos igual que la palabra “BU-LI-MIA”, pero esta parece que la tengo un poco más asumida, tal vez sea porque entiendo que comer un día a la semana y forzarte a vomitar con puta leche caliente, es un problema. Lo de no comer, lo veo más como una dieta estricta, pero una dieta, aunque empiezo a pensar que sea un problema, porque si sería una dieta como otra cualquiera no tendría por qué avergonzarme de decir a la gente (con el orgullo que sentías): “llevo 4 días sin comer nada de nada y a ver si aguanto hasta mañana”. Esto es de locos.
Pon un poco de orden en tu mente. Todos dicen que no está bien, pero mueres de ganas por hacerlo, no ves en ello y el problema y precisamente lo tienes delante, en tus narices.
1) Todo el mundo no puede estar conspirando contra mí.
2) El hecho de que yo me odie no implica que los demás también lo hagan (aunque no entiendo que ven en mí, pero bueno…)
3) El estar follando con tío y que te diga: no tienes más que huesos, es más corta rollos que un pelo en los pezones (por cierto, curiosisisimo cuando salió esa escena en malos hábitos, :o …asín me quedé jaja) y dan ganas de darle una hostia al tío en cuestión, cosa que te reprimes para tus momentos depresivos, porque en el fondo sabes que tiene más razón que un santo.
4) Tienes un problema con la comida que te cuesta asumir, no se por qué motivo. Si no, no tiene ningún sentido que sea lo único que ocupe tu mente.
5) La gente lo pasa mal cuando hago cosas que estoy aburrida de escuchar que no debería hacer, pero me las pide esa parte de mi a la que le doy cancha para que continúe creciendo
6) El miedo no es normal. El miedo a la comida no es normal. Una galleta no va a sacar un bazoka y me va a mutilar de cintura para abajo.
7) Comer y vomitar es un gasto tonto: de dinero y de tiempo
8) Poder ponerme sólo un cinturón me limita enormemente a la hora de combinar, creo que es el primer paso para convertirme en una de las chonis, y no queremos eso.
9) Has descubierto que puedes comer y no se ha destruido el mundo.
10) El hecho de que me ponga histérica cuando alguien no quiere comer, es preocupante, es un síntoma de que me patina la azotea.
11) El perder la ilusión, no mola nada.
12) Eso de llorar y luego reír, empezar a tener ataques de ansiedad, volver a estar depresiva… es un descontrol psicológico y hormonal (digo yo que será hormonal, porque no me lo explico…) bastante elegante.
13) El no querer salir para evitar comer… eso no tiene nombre pequeña, te has aislado pero bien…
14) El tener frío es jodido
15) El tener ojeras no es sexy para nada
16) El estar cansada y mareada es lo peor
17) El sentirme mal por comer es una cosa completamente idiota
18) El hecho de no haberme puesto una falda desde los 15 años, exceptuando el uniforme, me da que pensar.
19) Los porros no son drogas
20) Los tcas son como drogas, sale más barato, de hecho no te gastas una perra, pero te jode la vida igual
21) Si sería tan deforme como veo, estaría cobrando una pensión.
CREO QUE SON BASTANTES RAZONES PARA TERMINAR DE CERCIORARME DE QUE ES UN PROBLEMA GRAAANDE, MUUUUY GRANDE…
domingo 7 de diciembre de 2008
he jugado... y he ganado!!!
tras tantisimo tiempo (bueno, tampoco ha pasado tanto tiempo, pero han ocurrido una de cosas...), voy a soltar todo lo que me ha pasado...He estado yendo a terapia con una psicoanalista insolente, borde y seca. Ni yo le gusto a ella, ni ella me gusta a mí, pero como le pago, la maldita "teraputa" hace como me escucha... No me cae bien para nada, salgo de su maldito cubículo peor de lo que entro. Todos los santos días me hace llorar. En su mesa no hay más que libros del jodido freud... con el amor que le tengo a ese hombre. Y esa zorra, se atreve a psicoanalizarme y a decirme que la culpa de lo que me pasa la tiene mi madre. ¿Pero de que vas Emilia, querida? Tomé la decisión de no volver, creo que el mejor que nos podía ocurrir a todos, desde que esa esbirror del machismo freudiano me sabla 50 € por menos de una hora, estoy atacada, irritable e insoportable.
Necesito terapia, lo reconozco, pero con esa zorra, no. Tengo que ser capaz de salir, por mí, por mis amigas, por mis padres, por todos... No soporto ver a la gente de los nervios porque crea que me estoy hundiendo cada vez más, porque cada vez voy mejor.
El miércoles tengo que ir al psiquiatra...aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! que miedo... A ver, a ver que sale de allí. Espero que no tenga posters del maldito freud repartidos por toda la consulta, porque como sea así, no respondo de mí... no respondo...Según la psicóloga de acabe (si, también fui, ¿qué pasa? por lo menos allí no piensan en quitarme hasta la última perra del bolsillo, si no en la sarta de gilipolleces que suelto por mi boca, lo reconozco), necesito medicación. Me quedé :O juer... jajaja. Increible. Llegué allí, casi de milagro, porque me perdí unas cuantas veces por el camino (Hacedme caso, no intenteis ir a pie a un lugar que no sabeis donde está, pensareis que el autobús urbano es peor, pero no, los ciudadanos son muy amables y si les preguntas: "¿La parada de paseo de mons es esta?", ellos te responderán: "no, la siguiente") Pues eso, que tras 3 días intentando averiguar donde coño estaba el maldito paseo de mons, me pillé un bus y aterricé por allí... Y la gran mujer me dijo que esperase a ir al psiquiatra y después fuese allí, que si me daban más ataques de ansiedad que me fuera a urgencias para que me diesen medicación... flipé, en esos momentos, flipé.
Y por fin un tiempo sola. Estoy en mi piso, mis compañeras se han ido aprovechando el puente, mis padres lejos de aquí y yo... tranquila, sin prisa pero sin calma... poco a poco... y con un tio al que apenas conozco que se está echando la siesta en el salón. En cuanto al tema del comer, tal vez me arrepienta pero se que será porque estoy enferma y no puedo tomar decisiones por mi propio criterio, está lleno de taras. Estoy sola, sin presiones, y estoy haciendo las cosas bien, muy bien. Me la he jugado, tal vez me haya arriesgado mucho al quedarme sola, pero he ganado. Estoy comiendo. Me he dado cuenta de que estoy comiendo y lo hago porque sale de mí. Se que es pura suerte, se ha juntado este respiro con mi estado anímico, que es de puta madre, sonriente, feliz y de satisfacción sexual, me siento como si utilizara a los tios para salir del hoyo, como si les absorviera toda su energía para aumentar mi autoestima... pero ciertamente, me la suda. Si me hubiera tocado otra semana, tal vez hubiera hecho todo lo contrario, pero ahora no. Estoy contenta porque pienso, aunque sea por instantes que quiero y puedo salir de aquí. No me hace falta nadie encima que me diga lo que tengo que hacer. Lo se de sobra. Lo que cuesta es llevarlo a la práctica, y últimamente lo estoy haciendo estupendamente.Ya me explayaré contando mis andanzas por la planta de psiquiatría...
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