me presento
Bueno pues para quien me lea, que supongo que no me conocerá, me presento...Mi nombre es Laura y tengo 19 años, mi vida ha sido un poco caótica, por ello intento poner un poco de orden y aclarar mis pensamientos, ya que están un poco entrecruzados y gracias a mi carrera, Psicología, he descubierto que verbalizando
y escribiendo, puedo descargar toda la energía negativa y pensamientos chungos que me martirizan. pues bien, hago un breve resumen:he estado años enamorada de un chico de mi cuadrilla (como 4 o 5...) pero ahora empiezo a pensar que tal vez confundí la amistad con lo que necesitaba en esos momentos, enamorarme y ser feliz.con el paso del tiempo, este niño fue saliendo de mi cabeza y ahora sale con una amiga mía, cosa que realmente me hace feliz, en serio, mis dos mejores amigos saliendo juntos, que más se puede pedir???hasta los 15 o 16 años, esta era mi vida, una niña normal y estudiosa, muy buena en los estudios y con un espíritu de fiesta increíble, la típica persona que cuando se hace un corro en un bar, se mete en medio y baila, la típica persona que se ríe de un cuadro sin pintar.A partir de aquí, las cosas empezaron a cambiar, y esta normalidad comenzó a convertirse en aparente, simplemente una fachada que me protegía ante los demás de lo que realmente sucedía en mi cabeza y poco a poco, en mi cuerpo...me fui aislando cada vez un poco más del mundo, tampoco demasiado, aún conservaba mis ganas de emborracharme y de salir, mi rendimiento en las clases, aún continuaba siendo una persona casi normal, sin una obsesión que centrase mi vida por completo, simplemente una mera distracción, un modo de escapar o de dar rienda suelta a una energía que había dentro de mí... me refiero a la bulimia...Recuerdo que esto comenzó más o menos en 4º de la E.S.O., lo recuerdo porque nos fuimos de viaje con el colegio y se perfectamente dónde y cómo vomité enton
ces...Me sentía muy bien al hacerlo, era más o menos como fumar: cuando decides comenzar, sabes que está mal, por eso te escondes de tus padres, en un principio no te gusta, pero te insistes en hacerlo hasta que comienza a gustarte y lo necesitas en tu día a día más que respirar, sabes que te puede hacer daño, pero no ves el peligro, si lo hubiera visto nunca jamás en mi vida hubiera consentido que esto ocurriese, supongo que hubiera sabido frenarlo a tiempo...El tiempo fue pasando y llegó un día en el que decidí empezar a vivir, aquello comenzaba a dominarme, en un principio era un par de veces al mes, pero cada vez iba a más, hasta que se convirtió en algo prácticamente diario, fue entonces cuando quise salir de allí, pero era muy diferente a mi situación actual: tenía bulimia, no anorexia, aún salía habitualmente con mis amigos, aún sabía que me quedaba mucho por vivir y mucho soñar y estaba empezando a asustarme el hecho de empezar a vomitar sangre, de sentir una necesidad imperiosa de devolver absolutamente cualquier alimento, sabía que algo estaba cambiando, pero aún no estaba metida hasta el fondo del asunto...más o menos, esto sucedió
en un año, tiempo suficiente para dejar secuelas.En el verano de 1º de bachiller todo cambió, tras una relación bastante tormentosa (mejor no hablar de ello... cada cabrón por mi vida...), apareció él, era él!!!, esa personita especial que sientes algo cuando empieza a hablarte, te acaricia, te hace sentir bien, era todo lo que necesitaba, quería salir de allí aunque aún no había entrado en el infierno definitivamente, dejaba de vomitar y el iba entrando cada vez un poco más en mi vida, me daba toda la belleza que necesitaba, él empezaba a convertirse en mi obsesión, en una obsesión sana inicialmente, parecía que era bueno que me estuviera sucediendo aquello, una distracción que se convirtió un un punto fundamental de mi existencia, en la razón por la cual hacía todo...A estas alturas de la historia recuerdo esa etapa con mucho cariño, recuerdo todas los noches que hablábamos horas y horas por teléfono, que éramos capaces de reir y de llorar juntos, se fue convirtiendo en mi mejor amigo, en mi paño de lágrimas, es más, una vez fui capaz de contarle lo de mi tca, pero no le dio más importancia, no se daba cuenta de la magnitud que esto podría alcanzar, yo tampoco se la daba...en fin, mañana continúo contando el desenlace, que tengo que ponerme a hacer unos cuantos trabajos...
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