sábado, febrero 28, 2009
Cuanto más fuerte estoy, más débil me siento
Mi psiquiatra me dice que "para cada persona la normalidad es relativa, pero que estadísticamente lo que yo pienso no se ciñe a lo general" es un modo sutil de decirme que estoy chiflada. Le pido que me diga que carajo es lo que me pasa, necesito saberlo para encararlo, me acojona y lo sabe, creo que es por eso que me dice "no vamos a poner etiquetas". A mí tampoco me gustan las etiquetas, pero creo que esto no es "etiqueta", es "definición" o "denominación", necesito que me diga esas palabras que no soy capaz de pronunciar en alto hablando de lo que me pasa con la gente que lo sabe, soy capaz de hablar de los tcas en rasgos generales, soy capaz de hablar con normalidad de estos trastornos excluyéndome del grupo, pero cuando hablo con quién lo sabe, prefiero los eufemismos... me aterra asimilarlo aunque lo sepa, pero siento que cada vez voy a mejor, ya no lloro al contarlo.
Hoy necesito hablar de mis sesiones con el psiquiatra, ayer me dejó tocada, vi sus expresiones de la cara, su mirada como de sorpresa, me dió la sensación de que le estaba contando cosas que no se había imaginado que pensaba o sentía, no se, fue una sensación de que intentaba tranquilizarme constantemente, de que continuamente me hablaba de "cuadro obsesivo" y de "idea de control bastante elevada", pero bueno, hay muchas cosas que aún no sabe... aún no le he hablado del pánico que tengo al pensar en pesarme en otra báscula que no sea la mía (sí, he vuelto a pesarme), se que parece absurdo pensar así, se que cualquier persona normal no tiene reparos en ir al médico a una revisión rutinaria en la que te pesan y te miden, pero es pensar en que tal vez la báscula de mi casa esté mal calibrada y que realmente pese más de lo que me dice, porque veo algo que no se corresponde con los números ni con el imc... veo una imagen y trato de convencerme de que peso 54 kg, trato de hacerme una idea de chicas que tienen mi mismo imc, pero lo veo y me da la risa, no veo ningún tipo de parecido, sólo tengo miedo de verme cada vez más gorda y más gorda y más gorda... es tremendo tener tanto miedo a comprobar las consecuencias de comer.
Estoy en Donosti, otro fin de semana sola, pensaba que iba a ser la ocasión de no comer, pero me equivoqué... anoche comí: una bolsa de fantasmitas (grande), otra de doritos (también grande), dos chuletas de cerdo con queso azul y nata, helado de chocolate, dos sandwiches de jamón con queso y una cerveza con limón... lo peor de todo esto, que no es la primera vez que me ocurre, es que no se por qué motivo, siento la necesidad de acabarme todos lo que compré antes de que vuelvan mis compañeras de piso, es un sentimiento de vergüenza, como un secreto que quisiera guardar para mí misma, pienso que soy una débil, que no soy capaz de mantener el maldito control que me tiene esclavizada y aburrida, es algo que quiero ocultar, no se por qué, porque si supieran que cuando estoy sola como (aunque sea por pura ansiedad), no tendrían tanto miedo, pero es lo peor, es llorar una y otra vez porque no lo puedo evitar, no paro de comer y se que estoy engordando, se que debo comer, pero creo que esta no es la forma.
Empecé a comer y me costaba horrores, no tenía tanto miedo como ahora, no quería pensar en esto, tenía ganas, podía reír, pero el tiempo fue pasando, me iba viendo cada vez peor, me volví a pesar, y fue entonces cuando empecé a sentir pánico, a sentir que había perdido el control... es como un castigo, de hecho hay veces que, bueno, se que es de mofa pero tengo unos razonamientos de niño de educación infantil: sé todo lo necesario, me lo sé de memoria, sé que comer bien es lo correcto, sé que comer sin remordimientos es un derecho y casi una obligación, comer debería ser un premio, no un castigo, cuando me doy un atracón, generalmente lo asocio a los días que estado comiendo regular, mal, o nada... entonces me digo "piensa bien en lo que has hecho ¿no te da vergüenza? te vas a poner como una foca, si comieras pocas cantidades cuando lo necesitas, no te hubieras comido todo esto, ahora mereces engordar, mereces sentir ganas de vomitar y aguantarlas" Sé que hablo del hecho de engordar como si fuera lo peor, para mí lo es, es casi como el fin del mundo, mejor dicho de mi mundo.
martes, febrero 24, 2009
Como explicaría yo esto...
1.- Porque se que son chaladuras que nadie merece oir
2.- Porque no lleva a ninguna parte preocupar a nadie por una parida que acabará pasando
3.- Porque no quiero que nadie se preocupe por mis absurdeces
No estoy bien, no lo estoy, intento dar apariencia alegre, intento hacer mil cosas para tener la mente ocupada y no contar... ni pensar en gente que me sigue teniendo tan pillada como el primer día.
Así de tristes son las cosas, me da la impresión de que no estoy avanzando nada.
Hoy me ha dado por acordarme de Navidad... más concretamente de Nochevieja.
Fue horrible, cuanto más resuena en mi cabeza, más me duele. Un grupo de tios me dijo una frase que... dolió, dolió porque era cierta y dolió porque me dí cuenta de que "saltaba a la vista" aunque yo no pudiera verlo, ni pueda.
Estoy harta de estas cosas, estoy harta de pensar que firmaría ahora mismo por morirme mañana si adelgazo 10 kilos.
Estoy harta y no puedo seguir ciega
martes, febrero 10, 2009
mi antiguo blog...!!!!!
necesito algo y lo necesito ahora
necesito algo sí, pero no se es, hay algo que me está jodiendo, me está rasgando por dentro, no se que es, es una necesidad imperiosa de algo, un impulso repentino que pueda calmarme la ansiedad que ya forma parte de mi forma de ser. No se si es comida, me resultaría raro pensar que pueda serlo, no puedo dejar de mirar el paquete de galletas que escondí anoche bajo mi cama... sólo quedan 5. Soy lo puto peor de este mundo, trato de evadirme agobiando a los demás, ya no se quien soy, sólo se que cuando intento volver a ser laura, todo empieza a ir mal, gente que tenía olvidada reaparece y me dice "te quiero" y lo peor del asunto, es que creo que yo también le quiero... cuando intento ordenar mi vida, me siento presa de una idea de control, control sobre lo unico que me interesa en este mundo y control sobre lo unico que puedo controlar, aunque se que si lo dejo pasar y hago caso a esos chillos dentro de mi cabeza será peor, pero sinceramente, visión de futuro, tengo la justa, me importa el ahora y ya, me importa el sentir mi tripa plana, haya comido o no... me importa el ver que tengo el cuarto desordenado y que me den ganas de llorar, porque siento que soy un desastre.No tengo ganas de recoger, ni de fregar, ni de cocinar, ni de bailar, solo tengo ganas de llorar y de algo, que me está desquiciando y aún no se que coño es, quiero pensar que no es vomitar.no puedo, no puedo hacer todo lo que yo quisiera, no puedo estudiar, no me puedo concentrar, no puedo dejar de pensar en demasiadas cosas, no puedo evitar pensar que estoy fallando a tanta gente y que, lo hago sin querer, es como si siguiera mi instinto, como si fuera una drogadicta que necesita una dosis de algo... unas veces es la báscula, otras una "competición conmigo misma" en la que nunca salgo perdiendo, porque a orgullosa y desafiante no me gana nadie, y otras veces, se trata meramente de comer por gula y ya. Es horrible no poder dormir: en un principio no lo consigues porque tienes hambre, eso te gusta, te hace sentir poderosa, te hace sentir superior a todo, te hace sentir fuerte, te gusta saber que no necesitas comer y que puedes controlar algo que para los demás es un suplicio, pero llega un momento en el que el hambre duele, duele y mucho, de repente, algo se desata y te lleva impulsivamente a rebuscar por tu armario y tu nevera, quieres comer, algo, no sabes que, tampoco te importa, lo que sea, empiezas a comer y no puedes parar, comes hasta que el tiempo se detiene, no eres capaz de recordar cuando empezaste a comer así, no eres capaz de contabilizar el tiempo que has estado cebándote cual cerda. Entonces, el llanto aparece, lloras y lloras y te repites a ti misma que no volverás a hacerlo nunca más, que nunca más volverás a estar sin comer una semana, simplemente porque odias darte el atracón del siglo, pero no lo puedes evitar. Más de mil veces me he jurado que iba a darme una vida mejor, me he prometido que no volvería a darme un atracón en mucho tiempo... pero esto me supera, ese deseo de control me puede, hasta que lo pierdo. Después de tu arrepentimiento por comer y no comer, es algo muy extraño, te secas las lágrimas y te vas a la cama, intentas dormir pero no puedes, has metido tantísima comida en tu estómago que no cabe, al principio de todo esto lo hacía, comía hasta que no podía más, y entonces, seguía comiendo...así era mucho más fácil vomitar. que triste es haber aprendido estas cosas, lo peor es que no las puedo olvidar por más que lo intente. El vómito subía, la tripa me dolía, necesitaba echarlo, pero no lo hice, pensé algo... fue raro, fue más o menos así: "has visto lo que has echo?? no controlas nada, mereces dejar esa comida ahí dentro, mereces engordar como castigo, así aprenderás" Ahora lo veo escrito y en serio pienso que estoy loca, lo pienso de verdad. Hasta 7 veces me tuve que incorporar, porque sentía que vomitaba, fue terrible, pero sólo duró hasta que me quedé dormida pensando en lo bonita que sería la vida si fuera feliz... es raro, pero hay veces en las que me gusta dormir, porque sueño y no tengo pesadillas, sueño que soy feliz y que nada de esto ha pasado ni pasará, sueño que nunca hice daño a nadie... son pocas veces las que sueño, pero al menos durante ese ratito, soy feliz...
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Estoy harta (ya sabeis... muy nuevo esto...)
Estoy harta y aburrida, estroy consumida por la impotencia, estoy cabreada con todos y con todo y solo porque las cosas no son como quiero. Me daría de leches con todo dios para que me dejaran empaz, pero no quiero precipitarme ni manadar al carajo a la gente que tengo a mi lado.Empiezo a estar un poco menos cabreada, sólo y exclusivamente porque Sandra no está en casa y a Nora la choteo como me da la maldita gana. Llevo desde el viernes haciendo lo que me da la maldita gana, o sea, comiendo una vez al día y si como. Ayer me di un atracón bastante elegante, me compré una trenza en arcco, patatuelas, me puse a cocinar... increible, pero no vomité. Y lo peor es que me siento fatal potrque estoy volviendo a engañar a todo pichi, y sobretodo a gente que me juré que nunca en mi vida engañaría porque no lo merecen.Estoy más jodida cada día que pasa, me están volviendo ciertos sujetos a mi mente y es lo que peor me pone, pensé que estaba olvidado, pero es imposible olvidar a alguien cuando le odias, o tal vez, aún le quieras. No puedo dejar de culpar a "personas concretas" de estar aquí, se que la única imbécil culpable de estar aquí soy yo, pero también se que si personas del tipo: Raúl y "el niño del ego crecido", no hubieran aparecido por mi vida, yo no estaría así. A veces, echo de menos a esta chusma, y me pone atacada, eso de que esta peña merodee por mi mente me enfada y mucho, aunque sigo pensando en ello.Es raro no poder dejarlo a un lado, hay veces que pienso como sería encontrármelos por la calle, con raúl se que ni nos hablaríamos, ni ganas, vamos, ni mirarnos a los ojos, pero con el chico del ego, no se, por logroño muchas veces me lo he encontrado y he mirado hacia otro lado, no le he hecho a posta, y creo que es mejor así, sí definitivamente es lo mejor, estoy tan sumamente dolida que paso de hablar nada con el. Gracias a esta cosa en la que encuentro, me estoy dando cuenta de quienes son mis amigos, creo que es lo único bueno que tiene esto, es la prueba de fuego, si un amigo está aquí y ahora, es porque es amigo, un buen amigo, sin embargo, gente a la que le cuentas las cosas cuando estás jodida porque crees que puedes contar con ellos (léase bárbara) y que te das cuenta de que pasan del asunto... te llevas sorpresas, pero ya saber en quien puedes confiar y en quien no.Tampoco pido que me llamen todos los días, ni que anden pendientes de mí, pero no lo se, de vez en cuando un mail, un privado por el tuenti, en plan "¿qué tal estás, que tal los estudios, qué tal te va?" no estaría de más, lo hace gente que no es de mi cuadrilla y los que consideras amigos pasan del asunto...Sin más, hoy estoy cabreada.
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cosicas que alberga mi mente (muy tontorronas...)
Harta, estoy harta de todo esto...empecé las Navidades con muchas ganas de comer, reconozco que aún les tengo pánico, ya han pasado y las odio, las odio con toda mi alma... No he hecho nada más que comer como una cerda y beber leche, mucha leche, pero fria... no se como he aguantado sin vomitar y lo más triste de todo es que me estoy arrepintiendo de no haber ido a vomitar en su debido tiempo. He comido 3 polvorones y un turrón (ENTERO) que me regaló mi gran compapñera de piso, lo que suma, 3 polvorones y un turrón más que en estos últimos años. No se como lo he hecho, pero lo he hecho.Y lo peor viene ahora, se que es peor que me pese, pero me muero de ganas por hacerlo, tengo curiosidad, mi parte "loca" necesita alimentarse, tener un motivo más para mantener mi parte "normal" a raya, necesita una razón (tampoco hace falta que sea muy coherente) para hacerme feliz por un momento, para tener excusas y no comer, pero sin llegar al extremo... como siempre, vamos, para poder meterme en el puto hoyo una y otra vez, pero cada vez con más ganas, cada vez con instintos más kamikazes.Veo que me desbordo y no lo entiendo. Han vuelto los ataques de ansiedad y las depresiones. Casi a diario. No hago nada más que comer y joderme, porque me he puesto una norma que no se si es buena o mala, simplemente me he dicho, que lo que meta en el estómago no sale de allí por propia voluntad, me he dicho que tengo que ser fuerte y que tengo que salir de un lugar que no se exactamente cual es. últimamnete es comer por comer, por gula, casi son atracones... Esto de sentir que estás llena y que no puedes más, pero sigues comiendo, esto de estar sóla en casa y que te llamen para salir, pero no sales... sólo porque prefieres quedarte en casa a comerte una caja entera de galletas con nocilla, y después, te echas a llorar, simplemente, porque quieres hacer algo por arrepentimiento, por debilidad, por algo que no se que coño es, pero que me está destrozando la vida.
Es extraño, pero por mi mente pasan cosas rarísimas... cuando como pienso que es lo que debo hacer porque estoy enferma, porque le digo a la gente que he engordado 4 kilos y me ponen cara de espanto (y ahora serán más porque hace cosa así como de una semana que no peso...) y eso me da razones para pensar que no puedo tomar decisiones por criterio propio, cuando como sólo pienso que tengo que hacerlo porque estoy enferma... pero después... lo que ocurre después me asusta, me asusta pensar así. Después de comer y de darme esos atracones de la hostia pienso que el argumento de que estoy enferma es de débiles, me convezco a mí misma de que es una patraña asquerosa que me digo sólo para comer, sólo para poder perder el control sin tener cargos de conciencia. Me da la impresión de que me rindo cuando pienso esto, mi cabecita empieza a cabilar y horrible, no para de decirme "tanto esfuerzo para nada" "mírate" "pésate" "¿ves en lo que te estás convirtiendo?"Después de esto, lo trato de razonar fríamente y me doy cuenta de que necesito ayuda, me jode todo, me jode ver que tal vez esté equivocada, me da impotencia comer y comer y comer y ver que no puedo parar y pensar en esto me da ganas de llorar.No se por qué motivo he empezado a comer, es horrible. Al principio tenía ganas, ilusión, metía lo que me cabía en el estómago y más, me forzaba y no hacía caso a esos pensamientos, pero ahora es diferente, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo... me encanta, me encanta no comer, me encanta ponerme a prueba, daría mi vida por verme bien y por gustarme ante un espejo, vendería mi alma al diablo en estos momentos por poder volver a engañar a todos y por estar días y días sin comer, me muero de ganas por volver a vomitar a la mínima sensación de algo en mi estómago, me pone malísma... me encantaría no haber tenido heridas en el esófago y el la faringe... es horrible.Al mismo tiempo, por ejemplo ahora, pienso que estoy loca, me estoy leyendo y no puedo parar de llorar, soy lo peor. Pienso en mis amigas y a veces pienso que me odian, se que intentan curarme, se que quieren lo mejor para mí, pero la cuestión ahora es, en caso de estar enferma, ¿quiero curarme?. muchas veces creo que como sólo para que pasen del asunto, en serio que en cuanto crean que todo ha pasado es muy posible que vuelva a hacer lo que realmente quiero, que es destruirme, lo se, se que me hago daño, no lo veo, pero lo se, pero es lo único que se que me hace seguir hacia delante, es lo único que me evita dolor.Y hoy me parece que no voy a comer... mis padres están fuera, mi hermana trabajando y mi abuela con mi tía, me lo han puesto a huevo. No se, tengo que razonar esto... tal vez coma, tal vez no...
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Temblando pero, ¿de frio... o de terror?
Cada vez tengo un miedo más irracional, sin motivo ni ganas, pero aparece...Se me acelera el corazón, me cuesta respirar y de repente, estalla, aparece un estado de histeria que no es normal, me desquicio y me dan ganas de darle patadas y puñetazos a todo, pero supongo que solo será impotencia, impotencia por no poder hacer lo que quiero, porque hoy veo que me hago daño, impotencia por estar aquí y no saber cómo ni por qué, impotencia por no saber como se sale, como uno tiene que ser capaz de saber que se ha caido y tiene que levantarse...No soporto estar aquí, no quiero hacerme 4 km sin salir de casa porque no puedo estar quieta, no aguanto esa sensación de fumarme un cigarro y tener arcadas, esta tarde el vómito vino solo, pero no lo eché, lo noté en mi garganta, noté como picaba, otra vez... era casi igual que vomitar un atracón de chocolate, un picor casi igual... lo he sentido y lo más triste del asunto es que lo he echado de menos y me he arrepentido de no echarlo en un primer momento, ha querido salir, mi cuerpo ha querido echarlo, es un asqueroso malagradecido... ¿qué quieres, volver a los moratones, las taquicardias y el frio? Mi cabeza me dice una cosa, y antes, tu que me pedías lo que ahora estoy haciendo...¿me pides lo mismo? NO OS AGUANTO A NINGUNO DE LOS DOS!!!Dejadme en paz de una dichosa vez, solo quiero comer y no querer vomitar!!!
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una incoherencia lleva a otra...
no se si veo cambios o no, ni orden ni desorden, una incoherencia llena a otra, se envuelven simultáneamente sin parar, creando un bucle que nunca cesa, mientras piensas en como trampear, piensas en no hacerlo, cuando vas impulsivamente al espejo, una parte de mí, no quiere mirar, tiene auténtico terror de comprobar que estoy comiendo, no quiere castigarme más, pero no puede evitarlo y mira… mientras que otra parte intenta darme calma, tratando de repetirme que estoy enferma, cosa que me sigue costando creer, se que estoy empecinada en un sinsentido y que muchas veces soy realmente consciente de que estoy mal, de que necesito ayuda, pero como aún nadie me ha diagnosticado claramente que carajo es lo que tengo, creo que prefiero engañarme y pensar que todo esto es correctísimo.
Hace más de un mes que vomité por última vez. No puedo prometerme que no lo voy a volver a hacer, pero tengo esperanzas de que así sea, porque más que el hecho de vomitar en sí, lo que me preocupa es que no veo nada, no se nada, no se donde estoy ni que narices es lo que siento, sólo veo que hago daño a la gente que quiero y no entiendo por qué… parece ser que me hago daño pero no me doy cuenta, y resulta que hay gente que me quiere y lo pasa mal. Lo pasa mal porque ven que estoy ciega y que voy de modo indiferente para un lado del camino y para el otro, que me da igual todo absolutamente y que cada vez tengo menos ilusión. Y por si fuera poco, hay veces que se me pasan por la cabeza cosas que…asustan, asustan mucho, es lo único que me hace ver que tengo un problema, que no creo que sea un tca, si no locura transitoria… hay veces que me gustaría mandar a todo el mundo a paseo y que me dejaran en paz, que me dejaran seguir haciendo eso que todos consideran tan malo para mí, pero que a mí me parece lo mejor, se de sobra que no lo es, pero no lo veo y me duele…Muchas veces pienso que los que me quieren me odian porque quieren que coma, en serio que lo creo… y ahora que lo pienso es del todo absurdo, pero que le vamos a hacer, una incoherencia más que se suma al carro… más que nada, porque yo a las personas que quiero las estoy cebando a comer y eso si que es para odiarme…¿qué surrealista, no? Muchas veces, en mis soliloquios y pájaras mentales autistas, aberrantes y totalmente gilipollas, pienso… “quieres hacerlo… pero no te dejan, no te preocupes, sabes como hacer para engañarlas, si la gente no entiende que el control es necesario es su problema, no el tuyo” y al minuto siguiente de pensar eso, me dan ganas de tirarme por la ventana de lo imbécil que puedo llegar a ser. Sí Laura, en efecto, se trata de una cuestión de control, pero de que ejerzas control sobre tu vida y sobre la comida, no al revés, hay algo que es más fuerte que yo, no lo puedo ignorar, me gustaría poder pasar un día entero sin andar con la cantinela continua de desayuno, comida y cena… pero es inevitable.
Se que soy lo peor, no se como puedo pensar en engañarlas ni por un momento, no quiero hacerlo, estoy harta ya de tus malditas trampas Laura, no hacen más que joderme la vida, es lo único que consigues, que cuele una trampa y sepa que ni se han enterado, y que tenga ganas de repetirla y de repetirla… pero eso ya no va a volver a pasar querida… ya no, esto tiene que acabarse como sea.
Y ahora maldigo los asquerosos foros pro… después de haber sido capaz de crear uno. ¿Pero quién coño soy? Sólo se que en Internet encontré un refugio, un lugar en el que sabía y sentía que había más personas como yo, un lugar en el que entras rota y sales destrozada, un lugar en el que cuando ya estás en el hoyo y con posibilidades de salir, prefieres que tu locura interior sea lo único que se vaya alimentando poco a poco y dar un consejo a alguien para que pueda seguir destrozando tu vida, a cambio de recibir más y más artimañas para continuar jodiéndole la vida a todo el que me rodea. Definitivamente, no quiero saber nada de esos malditos comecocos.
Y que demonios, asúmelo, no te gusta la palabra, te costó dios y ayuda decirla en voz alta y tampoco la dije, solo dije “trastorno de alimentación” (y sufriendo por escucharme en alto…) y tenía que haber dicho esa asquerosa palabra que me está destrozando, dila en alto y grítala, asume de una puta vez que tienes “A-NO-RE-XIA”, Anorexia, no es tan complicado de pronunciar, sólo son 8 letras, pero te acojonan sobre manera… más o menos igual que la palabra “BU-LI-MIA”, pero esta parece que la tengo un poco más asumida, tal vez sea porque entiendo que comer un día a la semana y forzarte a vomitar con puta leche caliente, es un problema. Lo de no comer, lo veo más como una dieta estricta, pero una dieta, aunque empiezo a pensar que sea un problema, porque si sería una dieta como otra cualquiera no tendría por qué avergonzarme de decir a la gente (con el orgullo que sentías): “llevo 4 días sin comer nada de nada y a ver si aguanto hasta mañana”. Esto es de locos.
Pon un poco de orden en tu mente. Todos dicen que no está bien, pero mueres de ganas por hacerlo, no ves en ello y el problema y precisamente lo tienes delante, en tus narices.
1) Todo el mundo no puede estar conspirando contra mí.
2) El hecho de que yo me odie no implica que los demás también lo hagan (aunque no entiendo que ven en mí, pero bueno…)
3) El estar follando con tío y que te diga: no tienes más que huesos, es más corta rollos que un pelo en los pezones (por cierto, curiosisisimo cuando salió esa escena en malos hábitos, :o …asín me quedé jaja) y dan ganas de darle una hostia al tío en cuestión, cosa que te reprimes para tus momentos depresivos, porque en el fondo sabes que tiene más razón que un santo.
4) Tienes un problema con la comida que te cuesta asumir, no se por qué motivo. Si no, no tiene ningún sentido que sea lo único que ocupe tu mente.
5) La gente lo pasa mal cuando hago cosas que estoy aburrida de escuchar que no debería hacer, pero me las pide esa parte de mi a la que le doy cancha para que continúe creciendo
6) El miedo no es normal. El miedo a la comida no es normal. Una galleta no va a sacar un bazoka y me va a mutilar de cintura para abajo.
7) Comer y vomitar es un gasto tonto: de dinero y de tiempo
8) Poder ponerme sólo un cinturón me limita enormemente a la hora de combinar, creo que es el primer paso para convertirme en una de las chonis, y no queremos eso.
9) Has descubierto que puedes comer y no se ha destruido el mundo.
10) El hecho de que me ponga histérica cuando alguien no quiere comer, es preocupante, es un síntoma de que me patina la azotea.
11) El perder la ilusión, no mola nada.
12) Eso de llorar y luego reír, empezar a tener ataques de ansiedad, volver a estar depresiva… es un descontrol psicológico y hormonal (digo yo que será hormonal, porque no me lo explico…) bastante elegante.
13) El no querer salir para evitar comer… eso no tiene nombre pequeña, te has aislado pero bien…
14) El tener frío es jodido
15) El tener ojeras no es sexy para nada
16) El estar cansada y mareada es lo peor
17) El sentirme mal por comer es una cosa completamente idiota
18) El hecho de no haberme puesto una falda desde los 15 años, exceptuando el uniforme, me da que pensar.
19) Los porros no son drogas
20) Los tcas son como drogas, sale más barato, de hecho no te gastas una perra, pero te jode la vida igual
21) Si sería tan deforme como veo, estaría cobrando una pensión.
CREO QUE SON BASTANTES RAZONES PARA TERMINAR DE CERCIORARME DE QUE ES UN PROBLEMA GRAAANDE, MUUUUY GRANDE…
Y ahora miras atrás y te recuerdas nítidamente, ves tu imagen tal y como era y tal y como todos la veían, sin distorsiones, en ese momento en el que trataba de autoconvencerse de qué partes de mi cuerpo estaban más hinchadas de lo que realmente estaban, lo veía, lo sabía, pero quería perfeccionar mi cuerpo sin freno alguno, quería simplemente estar orgullosa al 100% de haber cambiado lo incambiable y de haber decido no aceptar que un problema comenzaba y prefería mirar hacia otro lado, en vez de aceptarme como era y vivir feliz con ello, superando el día, sin torturarme por lo que todos podrían pensar, y sin obsesionarme con un mundo que no llevaba a ninguna parte.
Era el momento de haberlo pensado mejor, era el momento, ahora ya no puedo tomar esa decisión, porque no soy capaz de verme, no soy capaz, solo se que la báscula y los números dicen una cosa, pero yo me miro y veo algo que no reconozco… es lo que más impotencia me da, no poder verlo, porque se que en el momento que vea que estoy “delgada” o “bien” dejaré de pensar en hacer estas cosas y comenzaré a quererme un poco más, el círculo vicioso de comer y querer vomitar se romperá ese día, el día que me de cuenta de que no necesito hacer esas barbaridades para estar bien conmigo misma, el día en el que deje de estar acomplejada por cosas que no llevan a ninguna parte, pero que hago de forma casi impulsiva, sin pensar en las consecuencias que tiene sobre los demás y sin pensar en los daños físicos que me pueden causar.
Si lo piensas, la vida es como una hoja de papel, blanca, lisa, pero si haces una bola con ella y tratas de hacer como si nada hubiera pasado es imposibe, siempre quedarán arrugas, tal vez se haya ensuciado con algo que no se puede borrar, ni si quiera con una goma especial, es como cuando un libro se moja, puede que no se sepa como ha sido, ni cuando ha ocurrido, pero las hojas se verán onduladas y si te fijas puedas saber si fue la lluvia, o fue alguien que lloró a mares sobre esas páginas.Eso es lo que yo pienso... que todo deja marcas, por mucho que se intenten olvidar las cosas y hacer como si nada hubiera pasado, quedan, siempre quedan cosas imborrables, se puede pasar de página pero la hoja arrugada siempre va a estar ahí.
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lunes 15 de diciembre de 2008
Un desorden dentro de otro
no se si veo cambios o no, ni orden ni desorden, una incoherencia llena a otra, se envuelven simultáneamente sin parar, creando un bucle que nunca cesa, mientras piensas en como trampear, piensas en no hacerlo, cuando vas impulsivamente al espejo, una parte de mí, no quiere mirar, tiene auténtico terror de comprobar que estoy comiendo, no quiere castigarme más, pero no puede evitarlo y mira… mientras que otra parte intenta darme calma, tratando de repetirme que estoy enferma, cosa que me sigue costando creer, se que estoy empecinada en un sinsentido y que muchas veces soy realmente consciente de que estoy mal, de que necesito ayuda, pero como aún nadie me ha diagnosticado claramente que carajo es lo que tengo, creo que prefiero engañarme y pensar que todo esto es correctísimo.
Hace más de un mes que vomité por última vez. No puedo prometerme que no lo voy a volver a hacer, pero tengo esperanzas de que así sea, porque más que el hecho de vomitar en sí, lo que me preocupa es que no veo nada, no se nada, no se donde estoy ni que narices es lo que siento, sólo veo que hago daño a la gente que quiero y no entiendo por qué… parece ser que me hago daño pero no me doy cuenta, y resulta que hay gente que me quiere y lo pasa mal. Lo pasa mal porque ven que estoy ciega y que voy de modo indiferente para un lado del camino y para el otro, que me da igual todo absolutamente y que cada vez tengo menos ilusión. Y por si fuera poco, hay veces que se me pasan por la cabeza cosas que…asustan, asustan mucho, es lo único que me hace ver que tengo un problema, que no creo que sea un tca, si no locura transitoria… hay veces que me gustaría mandar a todo el mundo a paseo y que me dejaran en paz, que me dejaran seguir haciendo eso que todos consideran tan malo para mí, pero que a mí me parece lo mejor, se de sobra que no lo es, pero no lo veo y me duele…Muchas veces pienso que los que me quieren me odian porque quieren que coma, en serio que lo creo… y ahora que lo pienso es del todo absurdo, pero que le vamos a hacer, una incoherencia más que se suma al carro… más que nada, porque yo a las personas que quiero las estoy cebando a comer y eso si que es para odiarme…¿qué surrealista, no? Muchas veces, en mis soliloquios y pájaras mentales autistas, aberrantes y totalmente gilipollas, pienso… “quieres hacerlo… pero no te dejan, no te preocupes, sabes como hacer para engañarlas, si la gente no entiende que el control es necesario es su problema, no el tuyo” y al minuto siguiente de pensar eso, me dan ganas de tirarme por la ventana de lo imbécil que puedo llegar a ser. Sí Laura, en efecto, se trata de una cuestión de control, pero de que ejerzas control sobre tu vida y sobre la comida, no al revés, hay algo que es más fuerte que yo, no lo puedo ignorar, me gustaría poder pasar un día entero sin andar con la cantinela continua de desayuno, comida y cena… pero es inevitable.
Se que soy lo peor, no se como puedo pensar en engañarlas ni por un momento, no quiero hacerlo, estoy harta ya de tus malditas trampas Laura, no hacen más que joderme la vida, es lo único que consigues, que cuele una trampa y sepa que ni se han enterado, y que tenga ganas de repetirla y de repetirla… pero eso ya no va a volver a pasar querida… ya no, esto tiene que acabarse como sea.
Y ahora maldigo los asquerosos foros pro… después de haber sido capaz de crear uno. ¿Pero quién coño soy? Sólo se que en Internet encontré un refugio, un lugar en el que sabía y sentía que había más personas como yo, un lugar en el que entras rota y sales destrozada, un lugar en el que cuando ya estás en el hoyo y con posibilidades de salir, prefieres que tu locura interior sea lo único que se vaya alimentando poco a poco y dar un consejo a alguien para que pueda seguir destrozando tu vida, a cambio de recibir más y más artimañas para continuar jodiéndole la vida a todo el que me rodea. Definitivamente, no quiero saber nada de esos malditos comecocos.
Y que demonios, asúmelo, no te gusta la palabra, te costó dios y ayuda decirla en voz alta y tampoco la dije, solo dije “trastorno de alimentación” (y sufriendo por escucharme en alto…) y tenía que haber dicho esa asquerosa palabra que me está destrozando, dila en alto y grítala, asume de una puta vez que tienes “A-NO-RE-XIA”, Anorexia, no es tan complicado de pronunciar, sólo son 8 letras, pero te acojonan sobre manera… más o menos igual que la palabra “BU-LI-MIA”, pero esta parece que la tengo un poco más asumida, tal vez sea porque entiendo que comer un día a la semana y forzarte a vomitar con puta leche caliente, es un problema. Lo de no comer, lo veo más como una dieta estricta, pero una dieta, aunque empiezo a pensar que sea un problema, porque si sería una dieta como otra cualquiera no tendría por qué avergonzarme de decir a la gente (con el orgullo que sentías): “llevo 4 días sin comer nada de nada y a ver si aguanto hasta mañana”. Esto es de locos.
Pon un poco de orden en tu mente. Todos dicen que no está bien, pero mueres de ganas por hacerlo, no ves en ello y el problema y precisamente lo tienes delante, en tus narices.
1) Todo el mundo no puede estar conspirando contra mí.
2) El hecho de que yo me odie no implica que los demás también lo hagan (aunque no entiendo que ven en mí, pero bueno…)
3) El estar follando con tío y que te diga: no tienes más que huesos, es más corta rollos que un pelo en los pezones (por cierto, curiosisisimo cuando salió esa escena en malos hábitos, :o …asín me quedé jaja) y dan ganas de darle una hostia al tío en cuestión, cosa que te reprimes para tus momentos depresivos, porque en el fondo sabes que tiene más razón que un santo.
4) Tienes un problema con la comida que te cuesta asumir, no se por qué motivo. Si no, no tiene ningún sentido que sea lo único que ocupe tu mente.
5) La gente lo pasa mal cuando hago cosas que estoy aburrida de escuchar que no debería hacer, pero me las pide esa parte de mi a la que le doy cancha para que continúe creciendo
6) El miedo no es normal. El miedo a la comida no es normal. Una galleta no va a sacar un bazoka y me va a mutilar de cintura para abajo.
7) Comer y vomitar es un gasto tonto: de dinero y de tiempo
8) Poder ponerme sólo un cinturón me limita enormemente a la hora de combinar, creo que es el primer paso para convertirme en una de las chonis, y no queremos eso.
9) Has descubierto que puedes comer y no se ha destruido el mundo.
10) El hecho de que me ponga histérica cuando alguien no quiere comer, es preocupante, es un síntoma de que me patina la azotea.
11) El perder la ilusión, no mola nada.
12) Eso de llorar y luego reír, empezar a tener ataques de ansiedad, volver a estar depresiva… es un descontrol psicológico y hormonal (digo yo que será hormonal, porque no me lo explico…) bastante elegante.
13) El no querer salir para evitar comer… eso no tiene nombre pequeña, te has aislado pero bien…
14) El tener frío es jodido
15) El tener ojeras no es sexy para nada
16) El estar cansada y mareada es lo peor
17) El sentirme mal por comer es una cosa completamente idiota
18) El hecho de no haberme puesto una falda desde los 15 años, exceptuando el uniforme, me da que pensar.
19) Los porros no son drogas
20) Los tcas son como drogas, sale más barato, de hecho no te gastas una perra, pero te jode la vida igual
21) Si sería tan deforme como veo, estaría cobrando una pensión.
CREO QUE SON BASTANTES RAZONES PARA TERMINAR DE CERCIORARME DE QUE ES UN PROBLEMA GRAAANDE, MUUUUY GRANDE…
domingo 7 de diciembre de 2008
he jugado... y he ganado!!!
tras tantisimo tiempo (bueno, tampoco ha pasado tanto tiempo, pero han ocurrido una de cosas...), voy a soltar todo lo que me ha pasado...He estado yendo a terapia con una psicoanalista insolente, borde y seca. Ni yo le gusto a ella, ni ella me gusta a mí, pero como le pago, la maldita "teraputa" hace como me escucha... No me cae bien para nada, salgo de su maldito cubículo peor de lo que entro. Todos los santos días me hace llorar. En su mesa no hay más que libros del jodido freud... con el amor que le tengo a ese hombre. Y esa zorra, se atreve a psicoanalizarme y a decirme que la culpa de lo que me pasa la tiene mi madre. ¿Pero de que vas Emilia, querida? Tomé la decisión de no volver, creo que el mejor que nos podía ocurrir a todos, desde que esa esbirror del machismo freudiano me sabla 50 € por menos de una hora, estoy atacada, irritable e insoportable.
Necesito terapia, lo reconozco, pero con esa zorra, no. Tengo que ser capaz de salir, por mí, por mis amigas, por mis padres, por todos... No soporto ver a la gente de los nervios porque crea que me estoy hundiendo cada vez más, porque cada vez voy mejor.
El miércoles tengo que ir al psiquiatra...aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! que miedo... A ver, a ver que sale de allí. Espero que no tenga posters del maldito freud repartidos por toda la consulta, porque como sea así, no respondo de mí... no respondo...Según la psicóloga de acabe (si, también fui, ¿qué pasa? por lo menos allí no piensan en quitarme hasta la última perra del bolsillo, si no en la sarta de gilipolleces que suelto por mi boca, lo reconozco), necesito medicación. Me quedé :O juer... jajaja. Increible. Llegué allí, casi de milagro, porque me perdí unas cuantas veces por el camino (Hacedme caso, no intenteis ir a pie a un lugar que no sabeis donde está, pensareis que el autobús urbano es peor, pero no, los ciudadanos son muy amables y si les preguntas: "¿La parada de paseo de mons es esta?", ellos te responderán: "no, la siguiente") Pues eso, que tras 3 días intentando averiguar donde coño estaba el maldito paseo de mons, me pillé un bus y aterricé por allí... Y la gran mujer me dijo que esperase a ir al psiquiatra y después fuese allí, que si me daban más ataques de ansiedad que me fuera a urgencias para que me diesen medicación... flipé, en esos momentos, flipé.
Y por fin un tiempo sola. Estoy en mi piso, mis compañeras se han ido aprovechando el puente, mis padres lejos de aquí y yo... tranquila, sin prisa pero sin calma... poco a poco... y con un tio al que apenas conozco que se está echando la siesta en el salón. En cuanto al tema del comer, tal vez me arrepienta pero se que será porque estoy enferma y no puedo tomar decisiones por mi propio criterio, está lleno de taras. Estoy sola, sin presiones, y estoy haciendo las cosas bien, muy bien. Me la he jugado, tal vez me haya arriesgado mucho al quedarme sola, pero he ganado. Estoy comiendo. Me he dado cuenta de que estoy comiendo y lo hago porque sale de mí. Se que es pura suerte, se ha juntado este respiro con mi estado anímico, que es de puta madre, sonriente, feliz y de satisfacción sexual, me siento como si utilizara a los tios para salir del hoyo, como si les absorviera toda su energía para aumentar mi autoestima... pero ciertamente, me la suda. Si me hubiera tocado otra semana, tal vez hubiera hecho todo lo contrario, pero ahora no. Estoy contenta porque pienso, aunque sea por instantes que quiero y puedo salir de aquí. No me hace falta nadie encima que me diga lo que tengo que hacer. Lo se de sobra. Lo que cuesta es llevarlo a la práctica, y últimamente lo estoy haciendo estupendamente.Ya me explayaré contando mis andanzas por la planta de psiquiatría...
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mis memorias, parte 5... y fin de la historia... ains...
Paranoias, malditas paranoias que me encierran y me aterran, a veces pienso que el mundo entero conspira contra mí, no se ni que pensar, todo es tan raro y tan relativo… Sólo se que me obceco con la idea de que los demás tienen que comer, porque claro, como yo me obligo, todos los demás deben hacerlo, pero me jode, me jode inmensamente ver a gente que no necesita hacer dietas ni restringirse de nada y lo hace, porque pienso que tal vez les esté metiendo ideas tontas en la cabeza y eso sería una cosa que no me perdonaría nunca, nunca, nunca, nunca jamás en la vida. No se como hacer para dejar de pasarlo mal en estas situaciones, cada uno tiene lo suyo y debería comprenderlo, el mundo existe más allá de todo lo que me encierra y los demás no tienen por qué estar en él, pero me molesta, me molesta muchísimo, si alguien quiere que lo pase realmente mal, lo único que tiene que hacer es no comer, no querer comer, es una cosa muy chunga que no entiendo por qué me pasa, pero me pasa, mis amigas son mucho más inteligentes que yo como para caer en este hoyo, pero me da mucho miedo arrastrar a alguien hasta aquí. Es ridículo pensar así, pero lo pienso… cree el ladrón que todos son de su condición… me siento lo peor por montar pollos tremendos porque no quieran comerse una maldita empanadilla, ¿qué es esto? una maldita obsesión que me tiene atrapadísima.
Torpe, muy torpe, pero consigo acertar en las teclas que quiero, consigo expresar lo que quiero decir, consigo empezar a pensar sobre todas estas cosas y empiezo a reflexionar sobre lo que cada vez es un pasado más lejano, y duele, duele todo, duele pensar como has podido llegar hasta allí y duele más aún ver que te vas alejando… ¿Dónde van los sueños que no se cumplen? Porque en algún sitio tienen que estar, no pueden desaparecer así como así, ¿Existirá algún cementerio para los sueños que caducan? Creo que no, porque a veces vuelven, y si hubieran muerto, no podría ser, entonces ¿qué pasa con ellos?, ¿aprendemos a ignorarlos sin más? Menuda solución más chapucera, esconder las cosas que duelen como si tu cabeza fuera un cajón desastre, como si hubiera aprendido a meter a presión todo lo que hay sobre la cama, en el armario, sólo para que tu madre no te riña al ver semejante desorden, y llega un momento que olvidas donde lo guardaste, hasta que vuelves a abrir la puerta.
Poco a poco, muy poco a poco el corazón va perdiendo la fe y la voz… pero para bien y para mal, y es otra de las cosas que duelen, verte sin ganas de reír, pero con “ganas” de comer y muchas más de llorar.
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Hablar. Hablar, soltar todo lo que tienes dentro y observar tu interior al ver que cada vez puedes hacerlo mejor, cada vez puedes hablar con menos miedo de ello, cada vez puedes levantar un poco más la voz, cada vez puedes ir liberándote un poco más de la inmensa vergüenza que te tenía comido el coco… es de las mejores cosas que puedes hacer, aunque te cueste, pero si tienes la suerte de encontrar a alguien que te escuche, no puedes imaginar lo valioso que es hablar, me resulta tan curioso ver como es cierto lo que me dijeron en clase de que verbalizar ayuda a controlar las emociones… y tanto…Tengo mucha suerte, se que me repito, pero es porque estoy orgullosa de ello. Tengo muchísima suerte, he encontrado niñas que valen mucho, he encontrado gente con la que puedes tirarte una noche entera hablando, cada una escuchando a la otra, tratando de comprenderla. Cómo se valora que otra persona te abra su corazoncito y le oigas decir cosas que te hagan ver lo asquerosamente egoísta que eres… porque has estado desperdiciando años de tu vida preocupándote sola y absolutamente de tu peso y de tu comida, mientras que la gente realmente tiene problemas que no ha buscado ni ha dejado que le ocupen todo su tiempo, y sin embargo, decidieron salir, aunque no puedan ser felices completamente y a veces vuelvan los fantasmas… gente así que se atreva a llamarme luchadora a mí… eso es lo que me pone la piel de gallina, que gente con ese valor y esa fuerza para continuar (aunque no se valore todo lo que deba…) tenga una opinión de mi como persona tan fuerte… sin ella yo no sería nada, me deshincharía al momento. Ahí va lo mejor que una amiga pueda escribirte nunca:
La lucha que más nos quema es la que sucede en nuestro interior. Tú eres una guerrera sin títulos y sin admiradores porque eres una guerrera anónima. Tus luchas pocos las conocen, pero créeme que si fuera escritora, te dedicaría un personaje. Serías una guerrillera manchada de barro, implicada en la lucha. Tu nombre sería gritado y con tu sonrisa se harían postales para regalar a seres queridos. Porque para mí eres como el pan, que se tiene que repartir y que nutre.
Simplemente quiero que sepas que para mí eres una guerrera que lucha contra fantasmas del pasado y que está empezando a vivir.
Esta niña, de verdad que a veces pienso que es mi ángel de la guarda hecho persona.Empiezas a reflexionar sobre lo que te dicen y se te caen todos los esquemas: Imagina un dueño que mata a su perro de hambre, y la gente le pregunta: “¿oye, tu perro está bien? Se le notan los huesos, está muy flaco…” y el dueño del perro, sin saber muy bien por qué, sonríe y lleno de orgullo, responde: “sí, sí, está muy bien, no os preocupéis” ¿No es curioso el modo tan extraño que tienen a veces los amigos de abrirte los ojos?, ¿no piensas lo mismo que te dijo tu angelito de la guarda al ponerte el ejemplo?, ¿no crees que ese señor es un maltratador?Ahora piensa en como has podido tratarte a ti misma, como puedes llegar a humillarte sin ver claro lo que te haces y frustrándote un poco más cada instante. Haz memoria sobre todas las aberraciones que has cometido contra tu ser, dios mío, es contigo misma con la que convives, ¿no pudiste llevarte bien, tomarte una tregua? Piénsalo, piensa en todos tus trucos para sobrellevar el día a día… ¿Crees que pudo hacerte algún bien cosas tan asombrosas para los demás como comer potitos, a tus años? Eres mayor de edad, es una humillación absoluta que llegues a ese punto ¿por qué te escondes, no es tan bueno lo que haces, no te hará sentirte bien cuándo lo consigas? Esa última fue muy buena… ¿conseguir? Es imposible, nunca consigues nada, no conozco a nadie que sufra este trastorno y al conseguir su meta se sienta realizada y feliz y no quiera continuar adelgazando, ¿por qué es un bucle hacia el infierno tan infinito y tan insaciable?Hoy es otro de esos días en los que pienso que nada de esto tiene sentido… tan feliz me levanté de la cama, con tanta risa, con tantas ganas de comerme el mundo, y ahora, a las 4 y media de la tarde estoy completamente ida, como si hubieran pasado varios años desde las 8 de la mañana. Un frío increíble, se me agarrotan los dedos al escribir y en serio, no lo comprendo, llevo más de un mes metiéndome la comida a presión, más incluso de la que cabe en mi tripa más inmensa por momentos… No creo que hoy sea un buen día para escribir, se que cuando lo vuelva a leer me va a hacer daño, pero necesito echarlo, tengo dos opciones: o vomitar la comida, o vomitar las palabras… y sinceramente, ignorando lo que me pide el cuerpo, no se por qué, pero prefiero vomitar las palabras, aunque duela. Tengo ganas de llorar, pero no puedo, no es de esos días en los que sientes que vas a echarte a llorar de un momento a otro, es de esos días en los que piensas que no vale la pena obligarte a comer si no quieres, y ves que lo has hecho… y la gente te dice que estás más guapa porque has engordado… y no se como tomármelo es entre orgullo y pánico, por un lado me alegro porque se que estoy haciendo algo por mí, estoy engordando pese al miedo, estoy siendo capaz de hacer algo que no quiero solo para que los demás piensen que estoy bien, para que la gente pase del problema y crea que se ha solucionado, pero hoy no es así, no es así para nada, me estoy arrepintiendo de haberme obligado a comer chocolate, estoy recordando esa sensación de tener el estómago tan sumamente a rebosar, simplemente recordarlo, me da ganas de vomitar, me da mucho miedo poder volver a ponerme otro cinturón que no sea el verde, porque creo que estoy perdiendo el control de lo único que tengo, sólo puedo repetirme lo que escribí ayer: “ya eres una auténtica princesa” y me duele, sólo he podido darme cuenta a base de bofetadas y ni siquiera así espabilo… tantas hostias y para nada… tal vez recordándolas sea capaz de hacer un examen de conciencia…
Día de la primera hostia: Es verano de 2006, empiezo a hacer tonterías con mi garganta, y cierto sujeto me dice: estás en los huesos, (…), a ver si empiezas a comer [prefiero suprimir cierta palabra, hace mucho daño recordar quién fue]Día de la segunda hostia: Ataque de nervios al perder el piercing de la nariz (con lloros y gritos incluidos contra mi madre), al cambiarme en casa de ropa para ir al estudio, miro en el armario y sólo veo el pantalón negro, el temido pantalón negro de la talla 38 que creo que está dado de sí, porque si no, no se explica, se me cae entero, literalmente, no es que esté suelto ni flojo, es que no puedo dar dos pasos seguidos con él, porque lo pierdo… entonces, según mi madre, me quedo blanca… Empiezo a llorar y le digo a mi madre que no tengo pantalones. Afortunadamente (creo), mi madre no supo comprender el significado completo de mis palabras, simplemente pensó que la situación del piercing me superaba y que no encontraba pantalón para ir a volver a hacérmelo.Día de la tercera hostia: Fiestas de Logroño y operación de mi padre, justo el momento en el que mi madre y mi hermana lloraban, y yo con una sonrisa le decía adiós a lo lejos, hasta que la camilla giró la puerta y pensé que tal vez podría ser la última vez que le veía, en ese momento, creo que fue la primera vez en todo este tiempo que realmente me pregunté que era lo que estaba haciendo con mi vida.Día de la cuarta hostia (última por el momento, y parece ser que insuficiente): Fiestas de Logroño, último viernes y mi padre ya está en casa. Tras toda la semana engañando a mis amigas para que no se enteren de que desde el martes no comí nada hasta el viernes que mis padres vinieron a buscarme, llega el viernes. Mis amigos de Logroño me insisten para que salga, yo no tengo ni fuerzas ni ganas, pero sólo por no oírles, salgo y apuro hasta el último segundo para comprar el alcohol, pudiéndome salir al final con la mía… es la 1, estamos en el Bohemia y estoy tan cansada que ya no puedo más, tras toda la noche sentándome por los rincones, me apoyo en la máquina de tabaco, a mi izquierda hay un grupo de chicas bailando, a mi derecha la barra, y mis amigos, a su bola, acostumbrados a que les de malas contestaciones y yo también vaya a mi bola, optan por cerrar el grupo y dejarme fuera del corro… entonces fue cuando sucedió la catástrofe… miro a un lado y veo una de las chicas bailando en medio del corro, feliz, despreocupada, riéndose…se me cayó el cielo, me vinieron mil ideas a la cabeza, empecé a pensar nuevamente que era lo que estaba haciendo con mi vida, me hundí en lo más hondo, volví a recordar por un momento que yo era así…¿cómo pueden llegar a degradarse las personas, no? vaya gran putada, darte cuenta en un momento así de que ya no eres tú, dejaste de serlo desde el primer momento en que, por muy republicana que hayas afirmado ser, te morías por convertirte en princesa, y ese fue el momento en el que te dijiste: ya lo tienes, justo mientras mirabas a tu derecha y veías 2 coca-colas en la barra… era una mezcla entre rabia y vergüenza, no soy capaz de acordarme de cuál fue la última vez que me tomé una, de hecho no recuerdo ni como sabe… eso duele y mucho… por no ponerme a llorar en medio del bar, sin decir nada a nadie, salí de allí, y me puse a llorar como una magdalena… al rato salió Bárbara con Dani y claro, se encontraron con aquel percal… sólo recuerdo que lloraba, no podía controlarme, lloraba y lloraba y cuando Bárbara me preguntó que me pasaba, sólo pude contestarle: “necesito empezar a comer…” Bárbara me amenazó con contárselo a todos y le dije que no, bueno le dije, le supliqué… y desde entonces ese es el único motivo por el que estoy comiendo, para que la gente no se entere de las cosas que hago… que triste…
¿Por qué narices no soy capaz de ver el problema?, ¿por qué sigo pensando que no es grave ni malo lo que he hecho?, ¿por qué acabo de tomarme un zumo de limón?, ¿por qué?, ¿por qué? Sólo tengo preguntas y ninguna respuesta. Sigo necesitando motivos para empezara a hacer “bien” las cosas, para terminar de espabilar y salir pitando de aquí…Son las 9 de la noche y tengo unas ganas de vomitar horrorosas, aunque siento vacío el estómago, ¿qué es esto? … Dios mío, que día más surrealista…No todo ha ido tan mal, mi suerte volvió, a base de leche pude calmar mi estómago, es el precio que hay que pagar por pasarme de valiente, fui capaz de cenarme ¡¡¡todo, todo y todo!!! Y aunque no las tengo todas conmigo, estoy contenta…esperemos que mañana vaya mejor la cosa…En efecto, ya se acaba otro día maravilloso y espléndido, aunque no empezó bien ahora pienso que vale la pena y mucho seguir comiendo, para qué dejarlo, si es gozar, ¿para qué?, ¿para terminar siendo la más delgada del cementerio? ¡¡¡VALE LA PENA Y MUCHO, MORIR (por dentro y/o por fuera) ES DE COBARDES!!!
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He decidido recuperar las cosas, tengo que volver a ser como antes, a reír como antes, aunque algo aún guardo, gracias a eso puedo continuar, he decidido rescatar mis principios, sólo voy a regirme por eso, tampoco se trata de ser políticamente correcta en todo, hay que ser un poco zorra en la vida, ya no me va a pisar ni dios, pero tampoco voy a ser una incivilizada a la que le da igual todo… recuperar mi equilibrio, mi paz, dejar de tener estos arrebatos que la gente no merece, se que se preocupan por mí y en momentos como estos lo agradezco, si no fuera por ellas quién sabe cómo estaría ahora… me duele, me duele muchísimo ver como esa gente tiene que aguantar mis cambios de humor, hay veces en las que me dan ganas de decirles algo del tipo: “déjame en paz”, me duele, no sabéis lo que duele arrepentirte de pensar así…
Unos días tan bien y otros tan mal, de momento los días oscuros de la persiana bajada ganan por goleada a los días de luz en los que encuentras esperanzas y tienes ganas de vivir y piensas diferente y tienes ilusión…¿por qué todos los días no pueden ser así? ¿Por qué me meto todas las noches a la cama esperando que al día siguiente no me hunda nada más desayunar?
Me siento torpe, muy torpe, poco a poco parece que va extinguiéndose esta tontería y esta indecisión, se van esfumando todas estas cosas al ir comiendo, poco a poco, sin prisa pero con presión, obligándome a mi misma a engordar aunque no piense que lo necesite, pero al menos conseguiré tranquilizar a todos, espero, las ganas van fluyendo a días, a ratos, al igual que a veces desparecen, pero creo que voy teniendo claro lo que quiero y lo que no quiero…
Me gustaría tantísimo ser feliz y no contar, sólo pido eso, no contar y no atormentarme porque el pánico se vaya apoderando de mí.
NO QUIERO TENER FRÍO, NO QUIERO ANDAR COMO UNA MUERTA EN VIDA, NO QUIERO SER ESCLAVA DE ESTA FORMA DE PENSAR O DE “VIVIR”, NO QUIERO LLORAR SIN SABER POR QUÉ, NO QUIERO CASTIGARME MÁS, NO QUIERO QUE LA TRIPA ME DUELA, NO QUIERO TENER QUE MENTIR A LOS QUE CONFÍAN EN MÍ, NO QUIERO HACER TRAMPAS (porque no se sí se las hago a los demás o si me las hago a mí misma…) NO QUIERO DESPERTARME A MEDIA NOCHE SUDANDO PORQUE HE SOÑADO QUE ENGORDABA, ESTOY HARTA DE TODO ESTO!!!!... aunque muchas veces tengo la impresión de que aún no me he cansado, de que a veces con un poco de cuidado y “controlando” puedo ir volviendo a meterme ahí, puedo ir alimentando un poco más mi locura interior sabiendo que nadie más me entiende y que todos los demás son los que actúan mal, los que no saben dominar su vida, en fin, enmarañando un poco más el caos que me invade y me lleva y trae a su antojo… soy una maldita flojeras que no es capaz de plantar cara a lo que sabe de sobra que le pasa pero no es capaz de asimilar, ¿de qué tengo miedo?, ¿de mí misma?, ¿de qué, que va a pasar? NADA, NO VA A PASAR NADA SI YO ESTOY CONMIGO MISMA, NADIE PUEDE APOYARME MEJOR QUE YO MISMA…
Andar sin saber a dónde voy, pero necesitarlo, ya no es andar, es más que eso, es correr, pero correr bien, como si pudiera hacer sprint el mayor tiempo posible, sin un rumbo, ya aparecerá algo en medio si tiene que estar, no puedo quedarme esperando a que las cosas vengan solas, tengo que huir a toda leche…y si te tropiezas con algo malo, pues te levantas y continúas, y si no, te agachas, te ríes y te lo llevas, feliz de que no tuviste miedo y pudiste con ello, y mira, casualidades de la vida, el destino te regaló algo bueno, tras ponerte mil trabas, decidió darte aire.
Sin prisa, pero sin calma, no puedo permitirme el lujo de equivocarme de nuevo, puedo equivocarme en todo menos en eso, no me lo perdonaré nunca el volver a cometer un error de ese calibre… de hecho aún me cuesta pedirme perdón y perdonarme, es una asignatura que tengo pendiente, reconciliarme y estar en paz conmigo misma, empezando por ahí, todo lo demás irá sobre ruedas.
Así que calma, mucha calma, no pasa nada, solo el tiempo y da pena ver como va escapando, quitando tantas oportunidades, se que lo estoy desaprovechando, el tiempo no vuelve, esa es otra de las cosas a las que hay que prestar atención y actuar en tu favor, haz algo por ti aunque sea solo esta vez, no pierdas todo lo ganado y aprende, nada hay mejor en la vida que saber, es lo único que puedes hacer para prevenirte de todo lo que te espera, es la única arma que tienes, el conocimiento es lo mejor que puedes tener, el mejor regalo de la vida, la forma de averiguar lo que te pasa y lo que les pasa a los demás.
Otra gran putada es descubrir que nunca vas a poder olvidarlo, nunca, nunca, nunca, te va a perseguir… sería genial olvidar todo lo que tu cabecita fue capaz de pensar para destruirte y dejar todo atrás, como si fuera un mal episodio, como un enamoramiento que con el tiempo pasará solo.
De todos modos, he de dar gracias por este trance, me ha hecho cambiar, me ha hecho valorar las cosas, aunque no sea la mejor manera, pero se que me está haciendo madurar muy rápido. Hablando con otras chicas que también tienen tca, hemos llegado a la misma conclusión: aunque haya días en los que te de igual todo y pienses que no vale la pena, que no tienes por qué obligarte a comer si no quieres, que te da igual absolutamente todo, te da igual incluso poder morir, pero no seguir “sufriendo”, todas sabemos que tenemos que pasar por el aro, tenemos que estar al pie del cañón, de aquí se puede salir, hay gente que sale, todos podemos salir, y cuando lo logremos será genial, haremos todo lo que no hemos hecho, saldremos de borrachera sin que te importe si te tomas una cerveza o un whisky con coca cola, porque te dará igual, y serás capaz de valorar las más mínimas cosas que para los demás pasan desapercibidas…
Ahora que estoy volviendo a comer, es algo muy extraño, no se con qué compararlo, pero hacía tanto que no comía tantas cosas, que da la impresión de que haya estado viviendo en una cueva, había empezado a olvidar sabores, los olores no… (pero eso es otro tema que también me resulta tremendamente curioso…), y es como ir de viaje muy lejos de casa, eso de comer un trozo de solomillo que tu madre ha preparado y que te guste, pero te gusta por dos motivos: porque realmente recuerdas el sabor y te prometes no volver a privarte nunca más de disfrutar de esas cosas, y te gusta porque ves la cara de tu madre que se ha pasado la mañana entera cocinando, y te mira sonriendo, viendo que esta vez te comes todo lo del plato, sin cortar mil trozos ni apartar nada, ves su mirada y dan ganas de llorar… verte capaz de comer todo, no sabes muy bien como lo haces, pero el solomillo ha entrado en tu estómago… y tu madre, que ya empezaba a intuir lo que te pasaba, se va tranquilizando… es como ir descubriendo cosas que a la gente le resultan tan normales, como si de repente te topas con alimentos como si fueran extranjeros o divinos, porque estaban en esa lista negra de calorías… en cuanto a los olores… casi imposible explicar esto tan abstracto…¿ no te pasaba a veces que el simple olor de la comida en la cazuela ya te evocaba el sabor?, ¿y no te pasa ahora, que este mismo olor, que antes alimentaba, da nauseas? ¿Qué narices ha pasado? Esta sensación de “llenazo”, de empacho, de suciedad, con solo oler la comida (que nadie está diciendo que tengas que comer), ¿a qué viene?, ¿mi mente a llegado a desarrollar este condicionamiento como defensa?, ¿puedes cambiar cosas que genéticamente ya están escritas?, ¿cómo puede tu cabeza aprender que le será más fácil rechazar y odiar ese olor, antes que anhelar poder disfrutar la consecuencia del simple estímulo? Esto es algo que aún no tengo del todo claro, eso de entrar en la cocina y oler la comida… a priori, dan como ganas de vomitar, pero respiras hondo y van haciéndose más pequeñas…hasta que por fin desaparecen, como la mayoría de las cosas que te aterran.
Es genial muchas veces estar sentado sin hacer nada, solo observando, mirando a tu alrededor, muchas veces te aporta más que participar, puede calarte más incluso que si estuvieras en ello. No tiene precio ser capaz de emocionarte con la felicidad de la gente, que tal vez no vaya contigo, pero te invade, no sabes lo que es ver a tus amigas bailar y tener ganas de llorar por verlas tan felices, no te importa como estés tu, tampoco quieres saberlo, solo ves lo que hay y por un lado te da envidia, porque aún no puedes hacerlo, y por otro te alegras tantísimo por ellas que no se explicarlo, es como ver en ellas salvavidas andantes, pequeños manantiales que te van a ir reconfortando cuando lo necesites porque derrochan vida.
Deja ya de mentirte, eso de que no puedes es muy relativo, es una mentira, una barbaridad… ¿como que no puedes?, ¿qué es lo que no puedes? Analiza las cosas… se coherente: ¿no puedes comer un trozo de pan? Simplemente debes masticar, abrir y cerrar la boca, es así de sencillo… ¿o hay algo más? Piénsalo, es del todo absurdo que un simple trozo de pan (sin mencionar ni por asomo el chocolate…) pueda darte miedo, que digo miedo… pánico, terror. Llámalo como quieras, pero etiquétalo, y hazlo para bien, ¿no te das cuenta de que las cosas así no son normales?, ¿por qué te escondes?, ¿no es tan bueno lo que te estás haciendo? Abre los ojos de una vez, los demás no pueden hacerlo por ti, y si prefieres estar dormida y no ver nada, quizás no puedas despertar nunca…
Mírate: ya eres una auténtica princesa, ¡enhorabuena! Tanto tiempo detrás del séquito, sin destacar de la manada que ahora que por fin lo tienes, no te has dado cuenta, en tu afán por alcanzar posiciones te quedaste atrás, no supiste adaptar tus percepciones con las del frenético ritmo de la manada… y de nuevo, tengo otra pregunta ¿te sientes bien al recibir mi enhorabuena?, ¿no era esto lo que querías, ser una princesa? Pues ya lo tienes, de hecho es posible que sea lo único que poseas y no te has dado cuenta de que lo recibías mientras te cegabas exageradamente. Duele verlo. Duele mucho.
¿Cuál fue el motivo que te llevó a no quererte? Alguno tiene que ser, yo no lo recuerdo, mejor dicho, no quiero recordarlo, ya se de quién es la culpa: mía, solo mía. Tanto tiempo echando los balones fuera, para que ahora empiece a pensar en mis errores, tampoco quiero torturarme con ello, pero hace falta estudiar como pudiste llegar a humillarte de esta manera por alguien que ni siquiera se iba dando cuenta de que necesitabas su ayuda, y ahora es cuando la rechazas… te da tanto asco volver a tener nada que ver con esa clase de seres, lo relaciono tan directamente que lo quiero lo más lejos posible, pero eso, creo que es bueno, ¿no? Alejar todo lo que creas que puede hacerte daño, aunque no sea el mejor mecanismo de defensa que tenemos, la evitación… pienso que por el momento no está nada mal, estoy valorando mi integridad, me estoy valorando, me estoy mimando, me estoy arrastrando hacia fuera, como si mi alma ya hubiera salido y tirase de mi cuerpo con todas sus fuerzas, es una sensación muy rara…
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Empiezo a sentirme mejor, empiezo a escucharme a mí misma, que buena es la soledad, ¿verdad?, tanto tiempo aterrada por estar ahí, semejante sentimiento de estar aislada de todo, de que a todos les doy igual y que todos me dan igual a mi, que no me había parado a analizarlo con detenimiento… me siento sola pero no lo estoy, se que hay gente que estará siempre ahí, tendiéndome una mano sin que tenga que pedirla, escuchando mis silencios como si les revelaran más que mis palabras y tratando de comunicarnos sólo con miradas, a fin de cuentas, no es tan mala esta soledad.
Hay veces en las que, lógicamente, todos nos sentimos solos, todos necesitamos sentir que puedes estar con una persona, que puedes llorar en su hombro, que puedes compartir mil momentos, que puedes volver a sentir esas mariposas en el estómago y que puede hacerte sentir la mujer más afortunada del mundo, pero, no nos engañemos, ese es el método fácil, que por cierto, a parte de ser provisional, es bastante egoísta.
Nadie va a luchar por ti, es tu lucha, tu batalla, está claro que no mereces lo que te está pasando, está claro que nunca pensaste que lo que hacías era malo, todo lo contrario, pero ahora que todos te lo dicen , ahora que sabes lo que te pasa, no pierdas más el tiempo, no dejes las cosas correr, sabes que no es un buen final, sabes que tu puedes hacerlo, con ayuda o sin ella, eres capaz, es lo que te ha tocado, te guste o no, y debes encararlo tu sola, nadie va a luchar por ti.
Nadie va a quererte si tú no te quieres primero, es lo primero que hay que aprender, yo últimamente estoy aprendiendo mucho; ¿qué es eso de perder la cabeza por alguien hasta estos extremos? No vale la pena, por fin me di cuenta que no tiene ningún sentido que yo me haga daño mientras los demás viven su vida, no sirve, no sirve de nada, es una mentira muy gorda eso de escudarte en que alguien aparecerá y cambiará tu vida por completo, nadie es dios, no se puede endiosar a nadie, nadie tiene el poder de venir con una varita mágica y sacarte de allí, tienes que ser tu, sacar fuerzas de donde no las tienes, llámalo como quieras, amor propio, orgullo, rabia… pero eres capaz de conseguir lo que ya tuviste y despreciaste, tampoco se pide la luna, simplemente recuperar lo que ya tuviste.
Tienes que aprender mucho, mucho más, que los sueños hay veces en las que sí se cumplen, pero es mera casualidad, que hay cosas que no puedes cambiar por mucho tiempo que hayas tratado de transformar lo imposible, el problema no es que puedas o no cambiarlo, el problema es que seas capaz de ver que hay cosas que no cambian, van contigo, te gusten o no, y cuanto antes tengas la calma para aceptarlo, mejor… ¿qué putada, no?, tener que asumir que estuve todo este tiempo confundida… me vendieron la moto, y además bien, todo este tiempo confiando en que lo que hacía era lo correcto, todo este tiempo poniendo toda mi fe en algo que nunca llega, y ahora te das cuenta de cómo son realmente las cosas.
No vale la pena, recuérdalo un instante: esas ganas de gritarle a todo y a todos la primera bordería que se te pase por la cabeza, esas ganas de llorar y que disimulas sonriendo, ese frío que te hace ver que vas por lo que consideras el buen camino, recuérdalo, ese momento de salir de fiesta con tus colegas (ante la insistencia) y sentarte en cada rincón que ves, ese momento en el que tu madre empieza a llorar al verte y te alegras, ¿no crees que te hace ser lo maldito peor…?
Tienes que comer, tienes que estar fuerte y tienes que reírte de todos y de todo, tienes que dejar de ser feliz cuando tienes frío y cuando se te cae el pelo, tienes que aprender que la vida no se resume al maldito conteo, tienes que salir a la calle y vivir todo lo que no has vivido… y aprender, aprender mucho…aprender tantas cosas que no te quepan en la cabeza, de todo, tienes que aprender a quererte, tienes que aprender a preguntarte a ti misma que es lo que quieres, tienes que aprender a valorar tu propia opinión, tienes que aprender que nada malo va a pasarte si eres fuerte…
No me gusta para nada lo que veo, no me gusta lo que estoy haciendo, pero espero que llegue el día en el que esta maldita criatura de Satán se calle, me deje en paz,¿quién narices le dio permiso para entrar?... ahora lo recuerdo, fue esa niña mimada que siempre quiso tenerlo todo y ahora se ha quedado sin nada, bueno, sin nada no, he encontrado amigas que son la suerte de mi vida, menos mal que he sido lista y he sabido verlas… no sabes como puedo llegar a arrepentirme de haber sido tan sumamente imbécil, y de continuar siéndolo, aunque cada vez menos, porque se que me hago daño aunque no lo veo y lo más triste de todo, es que me encanta…
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mis memorias...
Hace algún tiempo comencé a escribir sobre el caos que alberga mi mente... creo que estaría bien poner algunos trozos de mis reflexiones aquí... por mucho que tenga que repudiarle a internet me parece que no estaría mal intentar abrir los ojos a quién esté a tiempo, ojalá hubiera tenido yo la suerte de encontrar un blog que explicara lo que puede llegar a pasar por la cebeza de las personas a tiempo, la magnitud que puede alcanzar una obsesión como esta...Ahí va:Poco a poco, muy lentamente voy recuperando las fuerzas, aunque esto es mucho más lento de lo que yo imaginaba, me decían que era difícil, pero no creí que fuera para tanto…Es difícil de explicar todo esto, por fin consigo ver rayos de luz, aunque sólo sea desde la ventana y con unas rejas blindadas, pero al menos ya se que hay vida más allá, ahora tengo que tomar la decisión de salir, de abrir la ventana y escaparme, aunque sea de mala manera colándome entre las rejas, pero tengo que escapar.Hoy estoy un poco más feliz, ya llevo así un par de días, en los que comienzo a darme cuenta de que reírse de nada es de tontos, pero reírse de todo es de inteligentes.Dar un carpetazo a todo es un sueño, una utopía, se que no voy a ser capaz de olvidarlo, se que el conteo va a volver continuamente, de hecho vuelve, pero al menos ahora tengo el valor de plantarle cara y decir ¿y qué, acaso voy a ser diferente persona por estar sin comer?Aunque esto no es así de fácil, no tengo ganas de comer, de hecho es hacerlo y tener una sensación de ser lo peor… una sensación de que te estás rindiendo y que no sirve de nada todo tu esfuerzo anterior, una sensación de que estás llena a la primera cucharada de sopa y una voz que te dice “¡para, para, para ya!”, es sentir el estómago completamente lleno y odiarlo, es pensar que estás haciendo algo por ti misma que no sabes muy bien que es…Todo este esfuerzo tiene recompensa, no os creáis, no sabéis lo que es ponerte a comer con tus amigas y compañeras de piso y acabar la última, como siempre, pero comer y ver en ellas esa cara de alegría, como explicarlo, ese brillo con el que sólo alguien que te quiere puede mirarte sonriendo y decirte que lo estás haciendo muy bien, sin tener del todo claro en mi mente el qué, pero debe ser algo bueno, algo muy bueno, porque me felicitan por ello.Luego están esos momentos en los que me meto en la cocina y vuelven esos arrebatos de trampear, ese recuerdo de uff, de lo tremendamente bien que me voy a sentir si en vez de un filete me echo medio, o de si no le echo la yema a la tortilla, esa sensación de los sumamente bien que me encontraría si el mundo me diera un respiro y me dejaran en paz, si la gente que me quiere se despreocupara de mí y podría volver a lo de antes, a esa semana entera alimentándome a base de café…Tantísimas cosas entremezcladas que no se ponerlas en orden, se cual es el camino correcto, precisamente todo aquello que me aterroriza, cada vez menos, voy plantando cara y aprendiendo que el miedo me paraliza y va unido a todo esto, nunca pensé que me estaba metiendo en estos jardines, nunca creí que podría experimentar emociones tan sumamente intensas y tan sumamente pasotas.Ahora ya se lo que es que operen a tu padre y alegrarte porque tu madre no está en casa y puedes hacer lo que quieras, vomitar si te apetece y estar sin comer todo lo que dure el ingreso, ahora se lo que es llegar a tu casa el viernes y que tu madre se ponga a llorar porque te ve más delgada y no has parado de comer en toda la semana, sin saber que hacer… en ese momento empecé a darme cuenta de lo imposible de esto, comer hasta no poder más y encima adelgazar, ver que te vas metiendo en el hoyo un poco más cada vez sin saber cómo hacer para salir de allí, pensar que llevas toda la semana esforzándote por meter algo de alimento en tu cuerpo y que no sirva de nada… desesperante.Ver a tus amigos y que se te ponga la piel de gallina porque te miran con pena, te preguntan si te pasa algo y sólo puedes decir que no, eso no se puede explicar, hay que sentirlo para saber lo que es, ese sentirme tan sumamente imbécil por necesitar ayuda y no poder pedirla, ni siquiera se que es lo que debo decir, no soy capaz de hacer una frase calmada respecto a ese tema en voz alta, escribiendo me sale sólo, pero hablarlo me hiere, me quedo mejor al hacerlo, pero me duele, es oír mi voz tratando de explicar algo que desde un principio se que no van a comprender, oírme débil, lo más débil que se puede oír a una persona, prácticamente susurrando.Hoy me armé de valor, acabo de volver del médico con Sandra y sólo tengo ganas de llorar y de gritar, es como un fuego que necesito echar, una sensación de impotencia, como de perder a un novio, no se con qué compararlo, es como si todo lo que amas y todo lo que importa te hace daño y sabes que será mucho mejor apartarlo, pero te duele tener que hacerlo, es como pensar “mejor malo conocido que bueno por conocer”, sigo pensando que lo he dado todo y que ahora de repente tengo que ser yo la que decida que se acabe, y sinceramente me falta coraje.En realidad la consulta no era más que para hacerme una revisión, por saber si el esfuerzo de intentar alejarme de esto está reparando daños, pero aquella mujer me ha empezado a preguntar y no he podido callarme, ha sido como un momento de lucidez, como si hubiera visto una grieta en un barrote de la ventana y quisiera darle patadas con todas mis fuerzas para tirarlo abajo…